miércoles, 16 de septiembre de 2020

“Los niños de los Chiripitifláuticos”

El corte generacional que cuenta con el mayor número de efectivos es la generación del cambio, conocida también como la del “baby boom” (los baby boomer) o “Los niños de los Chiripitiflauticos” como la denominó Ignacio Elguero en un divertido libro.

Este colectivo supone una cuarta parte de la población española y más de la mitad de la población activa. Su alta natalidad y la masiva incorporación de la mujer al trabajo la convierte en la gran masa laboral.

Esta generación fue la que estudió EGB y BUP, lo que nos permitió tener una buena formación integral, aunque también tuvimos un bajísimo nivel de idiomas y estudiamos separados los chicos y las chicas. Apenas tenemos recuerdos del Cara al Sol ni secuelas del franquismo y la censura. Vimos la TV en blanco y negro y entre la 1ª y 2ª de TVE pasamos horas y horas viendo a Félix Rodríguez de la Fuente, los Payasos de Televisión, La Casa de la Pradera, el 123 y Starsky y Hutch.

El fútbol solo estaba presente el domingo por la tarde. Vibramos con Mecano, Hombres G y Tequila en guateques y discotecas en los años ochenta y tenemos música y experiencias tanto en vinilo como en CD.
 Llegamos a jugar en la calle, con familias extensas que tenían primos y nos íbamos de viaje metiéndonos en los coches más personas de las que ahora nos podemos imaginar.

Nos estuvimos formando en los años ochenta, nuestros padres intentaron que tuviésemos una vida mucho más fácil que ellos dándonos de todo, sobre todo formación y fue la primera generación que masivamente entró en la universidad.

Nos incorporamos al mercado laboral en los años ochenta y principios de los noventa, época de grandes dificultades laborales con tasas de desempleo y de interés de dos dígitos, cuando los puestos de responsabilidad de la nueva etapa democrática y europea ya estaban copados por la generación anterior, por lo que fuimos una generación perdida.

La mayoría no habían visto un ordenador hasta que se incorporaron al trabajo, donde tuvieron que aprender a usarlo, pero, fue asumido con normalidad y disciplina.

En general ha sido una generación feliz, desideologizada y conformista, gran parte de sus circunstancias le vinieron dadas, sin proponerse grandes cambios ni asumir grandes responsabilidades y protagonismo público y cuando se asumieron cargos de responsabilidad se estaba a las ordenes de personas de la generación anterior que copaban los núcleos de poder.
Naturalmente hay excepciones.
El mundo y España crecía como nunca había crecido antes y poco a poco se iba metiendo cabeza en el mundo laboral.

Le costó conseguir un puesto de trabajo, pero una vez conseguido se afianzó, consolidó posiciones, se metió en una hipoteca con un interés superior al 10% y tuvo uno o dos hijos, normalmente un poco tarde.
Ha viajado, se ha ido de vacaciones, ha tomado los puentes que ha podido y ha salido a cenar frecuentemente fuera de casa, permitiéndose caprichos que para sus padres eran verdaderos lujos y derroches.

Se aspiraba a tener un adosado, cuanto más independiente de vecinos mejor, pues no estamos muy preparados y dispuestos a enfrentarnos a conflictos ni a renunciar a nuestra individualidad. Todo se vivía con normalidad y como algo que nunca dejaría de existir.

Cuando se tenía dificultades económicas se acudía al banco y se ampliaba la hipoteca, para tapar agujeros o para comprar el último modelo de coche, hacer un viaje o pagar la primera comunión y se aprovechó la bajada de tipos de interés y el boom inmobiliario para comprar una nueva casa.

Era un mundo feliz.

Hoy la gente de 50, 60  como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben. La gente  de hoy celebra el Sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo…hacen planes con su propia vida, no con la de los demás.

Pero de pronto todo ha cambiado. esta generación   pensaba que todo continuaría así hasta la jubilación, que muchos la esperaban con ansiedad, y si fuesen mal dadas las cosas se conseguiría una jubilación anticipada, como lo hicieron muchos conocidos, y por fin liberarse de la rutina del trabajo.

Pero ahora resulta que la generación del ‘baby boom’ en España, aumentarán la presión en el sistema de pensiones cuando lleguen a la jubilación, entre 2027 y 2042, pero sería injusto que les penalizaran doblemente, retrasando su edad de jubilación y rebajándoles su pensión.

No es justo que  les apliquen todas las reformas cuando el sistema se ha beneficiado durante años de esta generación, que ha sostenido las pensiones a otras generaciones. 
Tenemos por delante 10 años hasta la jubilación y que será difícil que nos quiten alguno. Todo se ha desmontado, han cambiado las reglas del juego, y esto no parece que tenga vuelta atrás.
 Puede, no solo peligrar nuestras pensiones, sino también nuestro puesto de trabajo y nuestro nivel de vida, ahora cuando mas lo necesitamos.

Se mira de un lado para otro, esperando que algo cambie, que alguien tome la iniciativa, buscando culpables y que alguien lo solucione, insistiendo que esto no nos lo merecíamos y que no es justo que nos pase a nosotros, cuando nada malo habíamos hecho ni nos habíamos metido con nadie.